¿Qué es la inflación subyacente?
La inflación subyacente es una forma de medir las variaciones de precios en la economía sin incluir los costes de los alimentos y la energía. ¿Por qué? Porque los precios de los alimentos y el combustible suben y bajan rápidamente. El mal tiempo, los problemas mundiales de suministro de petróleo o las cuestiones políticas pueden hacer que los precios de los alimentos y la gasolina suban de la noche a la mañana. Esto hace que las cifras de inflación normales sean demasiado inestables para tomar decisiones a largo plazo.
La inflación subyacente ayuda a centrarse en los precios estables. Tiene en cuenta bienes y servicios como la vivienda, la ropa, la sanidad y el transporte. Estos bienes no suelen cambiar de precio de la noche a la mañana. Esto ofrece a los expertos una imagen más clara del comportamiento de la inflación a lo largo del tiempo.
La Reserva Federal y los bancos centrales de otros países utilizan la inflación subyacente para tomar decisiones. Si la inflación subyacente sube demasiado rápido, pueden subir los tipos de interés para frenar el gasto. Si se mantiene baja, mantienen los tipos estables para ayudar al crecimiento de la economía.
¿Cómo se mide la inflación subyacente?
La inflación subyacente se mide examinando una amplia lista de bienes y servicios que la gente compra, pero excluyendo los alimentos y la energía. Los expertos hacen un seguimiento mensual de los precios de estos productos y los comparan con los del mismo periodo del año anterior. Esto les ayuda a ver cuánto cambian los costes.
En Estados Unidos se utilizan dos herramientas principales:
- Índice de Precios de Consumo (IPC)
- Índice de Precios de Consumo Personal (PCE)
El IPC subyacente registra el precio de artículos cotidianos como el alquiler, la asistencia sanitaria y el transporte. No incluye la gasolina ni los comestibles. El IPC utiliza una lista fija de bienes, de modo que, aunque la gente deje de comprar artículos caros y cambie a otros más baratos, el índice sigue utilizando la misma lista.
El índice de precios PCE subyacente funciona de forma diferente. Tiene en cuenta lo que la gente está comprando realmente en este momento. Si los precios cambian y la gente ajusta lo que compra, el PCE refleja ese cambio. Por ejemplo, si la carne de vacuno se encarece demasiado y la gente compra pollo en su lugar, el PCE lo recoge. Esto lo hace más flexible.
La Reserva Federal prefiere el PCE porque ofrece una visión más suave de la inflación. Pero tanto el IPC como el PCE son importantes para saber cuánto suben los precios.
Si desea obtener más información sobre el seguimiento de la inflación, consulte nuestra guía sobre el cálculo de la tasa de inflación.
Cómo puede afectar la inflación a su estrategia de inversión
La inflación afecta a su forma de invertir. Cuando los precios suben, el dinero que ahorra pierde valor. Esto significa que no podrá comprar tanto con él en el futuro. Por eso, dejar todo su dinero en efectivo es arriesgado durante la inflación.
Los inversores inteligentes buscan formas de proteger su dinero para que no pierda valor. A algunas inversiones les va mejor cuando suben los precios. Por ejemplo, los bienes inmuebles suelen aumentar de valor con la inflación. Las acciones de empresas que venden productos básicos —como alimentos o medicinas— también tienden a subir con la subida de precios porque la gente sigue comprando esos productos pase lo que pase.
Los bonos son diferentes. Pagan una cantidad fija de intereses. Si la inflación sube más rápido de lo que pagan los bonos, acabas perdiendo poder adquisitivo, por lo que la gente suele alejarse de los bonos cuando la inflación es alta.
Otra opción inteligente son los valores del Tesoro protegidos contra la inflación (TIPS). Son bonos del Estado que crecen cuando sube la inflación y están diseñados para seguir el ritmo de la subida de precios, de modo que su inversión no pierda valor.
El oro y otras materias primas también son opciones habituales durante la inflación. Muchos inversores los utilizan para proteger sus ahorros porque el oro suele mantener su valor incluso cuando las divisas no lo hacen.
Tener una combinación de activos ayuda a reducir el riesgo. La inflación afecta a distintas partes de la economía de maneras diferentes. Distribuir sus inversiones entre bienes inmuebles, acciones, materias primas y bonos protegidos contra la inflación ayuda a mantener su dinero más seguro.
¿Por qué se excluyen los alimentos y la energía?
Los alimentos y la energía no forman parte de la inflación subyacente porque sus precios cambian demasiado deprisa y por razones que poco tienen que ver con la salud general de la economía. Por ejemplo, un huracán puede destruir cosechas y disparar los precios de los alimentos. Los problemas de suministro de petróleo pueden hacer subir rápidamente los precios de la gasolina. Estos cambios repentinos no significan que la economía sea inestable: suelen ser temporales.
Al excluir los alimentos y la energía, la inflación subyacente se centra en las variaciones estables de los precios. Esto ayuda a los bancos centrales a evitar tomar malas decisiones basadas en picos de precios a corto plazo. Si cada vez que subiera el precio de la gasolina, el Gobierno modificara los tipos de interés, la economía sería mucho más difícil de gestionar.
Eso no significa que los costes de los alimentos y la energía no sean importantes. De hecho, son muy importantes para las familias. Pero para la planificación a largo plazo y la elaboración de políticas, la inflación subyacente ofrece una visión más clara de la marcha de la economía.
IPC vs. PCE: ¿Cuál es la diferencia?
Tanto el Índice de Precios de Consumo (IPC) como el Índice de Precios de Consumo Personal (PCE) miden la inflación, pero no son lo mismo.
El IPC es una lista fija de artículos. Incluye artículos como el alquiler, la ropa, la atención sanitaria y el transporte. Los precios de estos artículos se comprueban mensualmente para ver cómo cambian. El IPC es más fácil de entender para la mayoría de la gente porque refleja los costes de las cosas que las familias compran habitualmente.
El PCE es más amplio. Abarca más artículos y registra cómo la gente cambia sus hábitos de compra. Por ejemplo, si la gente cambia la carne de vacuno por la de pollo porque la carne de vacuno es demasiado cara, el PCE lo muestra. El IPC seguiría reflejando el precio de la carne de vacuno aunque menos gente la comprara.
La Reserva Federal prefiere el PCE porque se ajusta a medida que lo hace la gente. Esto lo hace más flexible para estudiar las tendencias a largo plazo. Pero los economistas siguen vigilando de cerca tanto el IPC como el PCE para tener una visión completa de la inflación.
Inflación subyacente y gasto de los consumidores
La inflación subyacente cambia la forma en que la gente gasta su dinero. Cuando los precios suben de forma constante, las familias suelen modificar sus presupuestos. Pueden recortar gastos extras, como ocio o viajes, para cubrir el aumento de los costes de vivienda, sanidad o educación.
En Estados Unidos, la Reserva Federal vigila de cerca la inflación subyacente. Si los precios suben demasiado deprisa, la Reserva Federal sube los tipos de interés. Esto encarece los préstamos y las tarjetas de crédito, frena el gasto y el endeudamiento, y puede ayudar a controlar la inflación.
En Argentina, la situación es más extrema. La inflación es un problema de larga duración. En 2024, los precios subieron más del 200 % en sólo un año. Incluso el coste básico de la vida se ha vuelto muy elevado. La gente intenta proteger su dinero comprando dólares estadounidenses o bienes que mantengan su valor a lo largo del tiempo.
En Colombia, la inflación suele ser más baja que en Argentina, pero también ha aumentado en los últimos años. Las familias pagan más por la comida, el alquiler y la sanidad. El gobierno utiliza herramientas como los cambios en los tipos de interés para mantener la inflación estable, pero no siempre es fácil.
México también ha registrado subidas de precios, sobre todo en alimentos y energía. Sin embargo, el banco central se centra en la inflación subyacente para evitar reaccionar con demasiada rapidez a las subidas repentinas de los precios de la gasolina o los comestibles. Esto les ayuda a establecer mejores políticas a largo plazo.
En Perú, la inflación se ha mantenido más estable que en otros países de la región. Pero incluso allí se vigila de cerca la inflación subyacente. Ayuda al Gobierno a saber si el aumento de los precios es un problema temporal o forma parte de una tendencia más amplia.
Todos estos ejemplos demuestran por qué es importante la inflación subyacente. Proporciona a los ciudadanos, las empresas y los gobiernos la información que necesitan para tomar mejores decisiones. Cuando la inflación subyacente es estable, es más fácil planificar el futuro.
Conclusión
La inflación subyacente es una de las herramientas más importantes para comprender el funcionamiento de la economía. Elimina los altibajos de los precios de los alimentos y la energía y se centra en costes más estables. Esto ayuda a los bancos centrales, las empresas y las familias a tomar decisiones más inteligentes sobre ahorro, gasto e inversión.
La medición de la inflación subyacente con el IPC y el PCE ofrece a los expertos una visión clara de la evolución de los precios a largo plazo. En Estados Unidos y en todo el mundo, estas herramientas ayudan a orientar los tipos de interés, las inversiones y los presupuestos.